Uno de los problemas bucodentales más comunes entre la población son las dolencias que afectan a nuestras encías y a los tejidos de soporte de los dientes. De no tratarse a tiempo, las enfermedades periodontales pueden dañar el periodonto de una forma progresiva pudiendo causar la pérdida del diente o dientes afectados.
La periodontitis, el estado más avanzado de estas afecciones es irreversible y según las estadísticas de la Federación Europea de Periodoncia, afecta a la mitad de la población mayor de 30 años.
La buena noticia sin embargo es que es una enfermedad que se puede prevenir y en nuestro post de hoy queremos indicarte cómo puedes hacerlo.
La enfermedad periodontal: Gingivitis y periodontitis
En primer lugar, es importante entender que son las enfermedades periodontales y sus síntomas.
El origen de estas enfermedades es bacteriano/infeccioso y como comentábamos al inicio afecta a los tejidos que dan soporte al hueso. Puede progresar lentamente afectando primero la parte superficial, es decir a la misma encía y poco a poco ser más profunda afectando al hueso.
Podemos identificar dos fases para esta enfermedad.
- Periodontitis o encías inflamadas
Es la fase en la que la enfermedad afecta a la parte superficial. La encía se inflama debido a la acumulación de bacterias debajo. la encía aparece inflamada, enrojecida y sangrante. As una fase todavía reversible porque no hay destrucción de tejidos. - Gingivitis o Piorrea
Es la segunda fase de la enfermedad y también la más grave. Ya no solo afecta a las encías sino también al hueso que soporta el diente que hace formarse las bolsas periodontales. Esta afección hace que el diente pueda moverse y paulatinamente conseguir que el diente se caiga. La gingivitis no solo tiene graves consecuencias para nuestra boca, sino que también aumenta el riesgo de diabetes o problemas cardio-vasculares.
¿Cómo prevenir la periodontitis?
A la hora de prevenir, nuestra misión principal es evitar que lleguemos a tener gingivitis. En este sentido nuestro objetivo es frenar la acumulación de la placa bacteriana y el sarro y mucho de esto tiene que ver con nuestra higiene bucal.
Para ello las pautas a seguir son las que en muchas ocasiones repetimos.
En primer lugar, el cepillado dental después de cada comida. Es esencial que mantengamos nuestra boca limpia después de cada comida para evitar que se acumule la placa.
En segundo lugar, es importante complementar esta limpieza con utensilios que nos permitan llegar a zonas donde el cepillo no llega, esto es, el hilo dental o cepillos interdentales que nos permiten llegar a zonas de difícil acceso.
En tercer lugar, podemos también apoyarnos en enjuagues bucales específicos que puedan tener soluciones antisépticas indicados por nuestro odontólogo.
Por último, aunque mucha gente cree que con llevar una correcta higiene bucal se puede salvar todo, es importante que visites a tu dentista para hacer revisiones periódicas. Esto ayudará al odontólogo a detectar posibles problemas con antelación.
En el supuesto que suframos periodontitis, será tu especialista el que evalúe el tipo de tratamiento a llevar a cabo. Realizando desde un estudio periodontal con radiografías y análisis de oclusión y realizar tratamientos de higiene de las bolsas periodontales con raspados y alisados radiculares o si es necesario, tratamiento quirúrgico.
Hasta aquí nuestros consejos, recuerda que puedes consultar con nuestro equipo cualquier duda sin compromiso.
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