Con la llegada del invierno, es importantísimo tener en cuenta que la salud bucal puede resentirse por distintas razones. El inicio del nuevo año, las comidas copiosas de las Navidades y fiestas, el estrés del trabajo y el frío son solo algunos de los factores que pueden influir notablemente en su buen estado. Hoy, vas a conocer cómo cuidar al máximo tus piezas dentarias en esta estación.

Inicialmente, debes saber que es clave llevar a cabo buenos hábitos de higiene dental y, por supuesto, de alimentación. Solo así, vas a cuidar tu boca.

Nútrete para fortalecer tus dientes: dieta de invierno

Algunos nutrientes, como el zinc y el calcio, son fundamentales para mejorar la integridad de las estructuras dentarias. Por eso, en invierno puedes optar por prepararte potajes con legumbre y tomar pescados azules para conseguir ambos minerales.

Por otro lado, es clave tomar vitaminas del grupo C para mejorar la inmunidad y conseguir mejorar el estado de las encías. Así, te recomendamos optar por kiwis, naranjas y mandarinas en esta estación.

También, es importante consumir alimentos ricos en proteínas, que te ayuden a fortalecer los dientes y las encías. Opta por alimentos como el pollo, las claras de huevo o las carnes para conseguir las proteínas necesarias en invierno.

Actúa contra la sensibilidad dental

¿Alguna vez has tenido una sensación desagradable en tus dientes al consumir alimentos muy fríos o calientes? La sensibilidad dental se produce mayormente cuando se desgasta el esmalte. En invierno, que acostumbramos a tomar chocolate caliente o café, puedes tener esta sensación. Para evitar esto, puedes adquirir productos que refuercen tu esmalte dental, incluso pastas dentífricas específicas para ello.

Hidrátate

En invierno, procura dejar de lado las bebidas alcohólicas de los festivos. Intenta tomar agua o, en su defecto, consumir agua con gas y hielo para los días de fiesta. Recuerda que el alcohol puede ser perjudicial para tu salud en general y para mantener el buen estado de tu boca. Por supuesto, algunas bebidas, como el vino tinto, pueden incluso influir en tu esmalte dental, tornándolo a un color grisáceo ante un consumo continuado.

Por otro lado, debes saber que el tomar agua es imprescindible para evitar la sequedad de las mucosas e incluso para hidratar tus labios. Los labios suelen agrietarse con el frío con más facilidad. Recuerda que estas estructuras son imprescindibles para proteger tus dientes desde el exterior.

Respira por la nariz

Al respirar por la boca, es posible que termines irritando tu garganta. Pero, recuerda que las infecciones que se produzcan en ella pueden llegar a diseminarse a otras estructuras de la boca, como a las encías. Por eso, es muy importante respirar por la nariz, para acondicionar el aire y que no llegue excesivamente frío.

Lo mejor es que siempre consultes con profesionales sanitarios para cuidar tu salud bucal. Recuerda que si no cuidas tu boca, puedes predisponerte a enfermedades muy graves que incluso te puedan provocar la pérdida de piezas dentarias. En Álvaro y Franco te ayudaremos y asesoraremos.