La glándula parótida es un órgano ubicado a ambos lados de la cara entre las orejas y la parte posterior del maxilar superior. Se trata de una glándula salival compleja de gran tamaño que contienen los ganglios linfáticos paratiroideos.

Su función principal es la de producir saliva, fundamental para el mantenimiento de la salud bucodental, pues ayuda a mantener la boca perfectamente lubricada durante todo el día. Así se evita el daño en la zona de las mucosas blandas de la boca al masticar y deglutir de una forma más sencilla los alimentos.

Además la saliva contiene enzimas que favorecen la descomposición de la comida en sustancias simples que finalmente acaban siendo absorbidas por el cuerpo.

Afecciones más habituales de la glándula parótida

Las patologías que pueden afectar la glándula parótida y el resto de glándulas salivales son múltiples. Estas son algunas de las principales.

Paperas

Se trata de una enfermedad virósica que consiste en una inflamación en las glándulas y los tejidos colindantes. Décadas atrás tuvo mucha prevalencia, pero hoy en día gracias a la triple vacuna vírica, que acaba por anular el virus responsable, se da cada vez menos.

Infecciones bacterianas

Suelen producirse por una mala higiene bucal o la obstrucción del conducto salival que se da por una cristalización interna de alguno de los componentes que forman la saliva.

Tumores

Ya sean benignos o malignos suelen afectar a la glándula provocando la obstrucción del conducto salival. Uno de los tumores más comunes es el adenoma pleomorfo entre los benignos y los carcinomas entre los malignos.

Enfermedades inflamatorias

Patologías como virus de Epstein-Barr, virus parainfluenza, adenovirus, y patologías como la la diabetes, artritis o la sarcoidosis pueden afectar al funcionamiento de la glándula parótida.

Síndrome de Sjörgen

Consiste en un trastorno autoinmune en el que las células inmunitarias atacan y destruyen por error a las células sanas de las glándulas que producen las lágrimas y la saliva. Se caracteriza por sequedad de boca y ojos.

Si bien suele estar acompañado de otros trastornos, como la artritis reumatoide y el lupus, los especialistas creen que el síndrome de Sjögren es causado por una combinación de factores genéticos y ambientales.

Síntomas que evidencian un problema en la glándula parótida

Las patologías descritas anteriormente, pese a sus diferencias, presentan sintomatología similar que pueden ser el indicador de que algo está afectando la glándula. Una  inflamación en la parte inferior de las orejas, fiebre, dificultad para tragar y dolor de maxilar. También puede producir otros síntomas como pérdida de apetito, sequedad, mal sabor y dificultad para abrir la boca.

Tratamientos de las patologías de la glándula parótida

En el caso del síndrome de Sjögren, el tratamiento incluye colirios, medicamentos y cirugía ocular y aliviar los síntomas con agua, masticando chicle y evitando alcohol.

Con respecto a los tumores es necesario hacer tratamiento con rayos para aminorar su tamaño, pero normalmente es necesario recurrir a la cirugía para extirpar la glándula, parte de ella o los ganglios linfáticos del cuello.

Las infecciones bacterianas no requieren de un tratamiento específico más que el uso de antibióticos. De esta manera se podrá disminuir la secreción de pus y bajar la fiebre. Aún así en casos de abscesos se suele requerir cirugía para drenarlo o aspirarlo.