Para algunos adultos visitar al dentista provoca una situación de nervios. En los niños aumentan el número de casos, sobre todo si no se trata de un chequeo rutinario y se debe realizar sedación en algún tratamiento dental debido a un problema dental o infección.
El miedo y nerviosismo de un niño es un asunto mucho más difícil y complejo que en un adulto. Por eso, para reducir los niveles de ansiedad y que el profesional pueda intervenir de manera segura, se utiliza sedación.
La sedación consiste en medicar al niño para calmarlo, mantenerlo quieto y reducir su actividad para que el dentista pueda realizar el trabajo de precisión de manera tranquila evitando cualquier inconveniente. A diferencia de la anestesia, con la sedación el niño no queda inconsciente.
¿Es segura la sedación en niños?
La sedación dental es un procedimiento seguro e indoloro. La Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Academia Americana de Pediatría Dentista (AAPD) han establecido pautas y procedimientos para la aplicación la anestesia y sedación en los niños. Entre los requerimientos obligatorios se establece que la sedación la realice un anestesista profesional o un dentista anestesiólogo.
Tipos de sedación más comunes
Para determinar el tipo de sedación a utilizar, el dentista deberá evaluar el historial clínico del niño, su condición física, tipo de sedación y duración del tratamiento. El objetivo es poder sedar al paciente, que se mantenga consciente, pudiendose comunicar y cooperar con él durante el procedimiento.
Óxido nitroso
También conocido como el “gas de la risa”, es ideal para niños particularmente nerviosos. Este gas se aplica mediante máscara, combinado con oxígeno y permite que el paciente se relaje rápidamente. No es doloroso, aunque puede provocar algunas náuseas y su efecto desaparece en pocos minutos.
Sedación oral
Especialmente indicado para niños inquietos difíciles de calmar y controlar. Este tipo de sedante se presenta en forma de comprimidos, líquido o píldoras y suelen realizarla los padres antes de la consulta bajo supervisión del dentista.
Se recomienda limitar la ingesta de comida y bebida previa, ya que este tipo de sedantes suelen generar fuertes náuseas.
¿Se utiliza anestesia general?
La anestesia general no se utiliza casi nunca. Solo se contempla en caso de que sea una tratamiento muy complejo como una cirugía bucal o una afección que impida que el niño pueda cooperar o seguir instrucciones. Además la anestesia general implica una preparación mucho más extensa y compleja y un periodo de recuperación posterior más largo.
¿Tiene efectos secundarios la sedación?
La sedación tiene algunos efectos secundarios que no reportan gravedad alguna. El principal es el mareo y las náuseas y en algunos casos un poco de desorientación.
En los casos de anestesia local, donde se busca dormir una parte determinada de la boca, pueden presentarse mordeduras en labios o mejillas por el adormecimiento y en ocasiones excepcionales alergia o fiebre producidas por una reacción al medicamento. Por eso siempre es obligatorio revisar el historial clínico del paciente para evitarlos.
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